Dormir: esencial para la vida

Enviado por María Fontaine

enero 16, 2016

[Sleep: A Life Essential]

¿Has sentido frustración por el hecho de que necesitas dormir tanto, cuando pareciera que todas esas horas en las que duermes le roban tiempo a las cosas que quieres o necesitas hacer? ¿Te has preguntado por qué Dios hizo nuestro cuerpo de manera que necesitáramos dormir tanto? En realidad, Dios creó nuestro cuerpo de manera que la mayoría de las personas pasaran un tercio de su vida inactivas, mientras el mundo sigue girando. Yo me lo he preguntado, en particular cuando necesitaba hacer lo que parecía mucho más importante que dormir. Dormir puede parecer como un lujo que hará que me sienta bien, pero también algo que necesito renunciar para hacer lo que considero que son actividades mucho más importantes.

Es muy fácil reducir ese espacio de tiempo aparentemente improductivo de nuestra vida y que usurpa muchas horas valiosísimas de nuestro corto período de años en este mundo. A primera vista, pareciera que el sueño restringe nuestros propósitos, obligándonos a dejar cosas sin hacer, a no ayudar a los necesitados, y que las aspiraciones no se cumplan, mientras languidecemos inmóviles, esperando que nuestro cuerpo recupere energías.

Con esa idea supongo que no era de asombrarse que con mucha frecuencia eliminara un poco de ese tiempo de sueño para hacer más de esto o para atender aquello. Sin embargo, después de un tiempo me di cuenta de que dormir menos tenía sus consecuencias. Aprendí por experiencia que dormir es mucho más que una actividad que no es esencial. Es una parte fundamental del equilibrio que tiene el cuerpo para evitar que falle completamente.

Así pues, cuando empecé a tener problemas de salud y oré al respecto, el Señor dijo que una de las cosas que necesitaba corregir era que debía dormir más. Eso me costó un poco porque no me había dado cuenta que con el tiempo se me había acumulado bastante la falta de sueño. A menudo estaba cansada, pero pensaba que se debía a que ya tenía más edad, trabajaba arduamente y mi cuerpo no tiene la fuerza de antes.

El Señor me dijo que procurara acostarme más temprano por la noche. En particular, que fuera a la cama por lo menos dos horas antes de la medianoche, porque el sueño en las horas anteriores a la medianoche es más valioso que después de la misma. También me dijo que necesitaba levantarme más tarde en la mañana.

Sabía que si el Señor me decía eso, debía ser un consejo prudente. Así pues, eso despertó mi interés en averiguar por qué el Señor vio esos detalles específicos de mis hábitos de sueño como algo tan importante. El valor del sueño ha sido un gran tema de discusión para muchos especialistas durante años. De todos modos, solo hasta que empecé a recopilar en un artículo todas las razones de que el sueño sea tan relevante me di cuenta de la importancia de dormir lo suficiente y de la manera correcta.

El sueño tiene un impacto fuerte y positivo en muchísimos aspectos de nuestra vida. Se han llevado a cabo muchos estudios sobre los efectos del sueño. Recarga el cerebro, mejora la memoria, contribuye a vivir más, y aumenta la creatividad. Ese tiempo de reposo frena la inflamación dañina del cuerpo y mejora el desempeño general, física y mentalmente, en nuestro trabajo, estudio y juego. Dormir aviva nuestra atención, contribuye a que mantengamos un peso saludable, disminuye el estrés y nos ayuda a evitar accidentes. Dormir también alivia la depresión y proporciona muchos otros beneficios positivos.

El cuerpo de cada persona es diferente. También varia un poco el tiempo que necesita dormir cada persona. Sin embargo, no hay duda de que dormir es importante para todos nosotros. Estos son otros puntos que pueden motivarnos a hacer todo lo posible para darle la prioridad que se merece a esta parte fundamental de la vida.

Las consecuencias de privarse de sueño van más allá de desempeñar las actividades con eficacia. Puede ser debilitante o causar la muerte. Estos son algunos puntos con relación a las consecuencias de la constante falta de sueño.

No dormir lo suficiente se calcula que cuesta a las empresas estadounidenses 63 mil millones de dólares al año. Los peores costos se presentan debido a que la privación de sueño causa descuidos en la seguridad y contribuye a que se padezcan enfermedades. D. A. Carson escribió:

«Somos seres complicados. Nuestra existencia física está unida a nuestro bienestar espiritual, a nuestra perspectiva mental, a nuestra relación con los demás, lo que incluye nuestra relación con Dios. A veces lo más piadoso que se puede hacer es dormir bien de noche, no orar toda la noche, sino dormir. No niego que puede haber motivos para orar toda la noche; solo insisto en que en una situación normal, la disciplina espiritual obliga a darle al organismo el descanso que necesita.»[2]

Esa cita de D.A. Carson se parece a algo que el Señor ya me había revelado. Como la oración es importante en nuestra vida, si no dormimos bien, será mucho más difícil orar con eficacia si se tiene una mente nublada y un cuerpo debilitado.

Por último, una reflexión de John Piper acerca de la necesidad de dormir que tienen los cristianos. Señaló: «Es irracional pensar que vería mi futuro más sombrío cuando duermo cuatro o cinco horas por varias noches seguidas. Pero eso es irrelevante. Esos son los hechos. Y debo vivir en el límite de los hechos. Les recomiendo que duerman lo suficiente, a fin de que hagan una evaluación adecuada de Dios y de Sus promesas.»[3]

Quiero dejarles algunos puntos que recibí del Señor en profecía acerca del tema esencial de hallar el equilibrio indicado con relación al sueño.

Jesús: «Dormir hace bien a tu espíritu. El tiempo en que duermes permite que tengas una conexión clara, sin límites, conmigo. Es tiempo de descanso, de procesar y sacar conclusiones y de llegar a entender mejor.

»En el aspecto físico, dormir permite que el cuerpo tenga tiempo de reparar daños, crear reservas de fuerza física, reabastecerse de lo que necesita para combatir enfermedades, reconstruir músculo u otras cosas que se hayan debilitado o dañado, y de limpiar el organismo de residuos que no ha podido procesar cuando estabas despierto.

»Mentalmente, el sueño proporciona tiempo para organizar todo lo que el cerebro ha observado y experimentado durante el tiempo de vigilia anterior y para evaluar conclusiones y sopesar posibilidades. Hay mucha verdad en esa frase conocida que dice la gente cuando no sabe qué decisión tomar: “Lo consultaré con la almohada”. Tus ideas, sentimientos e información del día deben clasificarse y organizarse a fin de que se utilice de manera eficaz.

»Hace falta tiempo y concentración a fin de sacar conclusiones de todas las experiencias y para considerarlas en relación con sucesos anteriores. Y eso sucede más eficazmente cuando estás durmiendo. El sueño contribuye a entender lo que ocurre en tu vida y a desarrollar maneras de utilizar ese conocimiento o esas experiencias de manera eficaz. Si no duermes lo suficiente, tu cuerpo y estado mental empiezan a debilitarse porque ciertas funciones esenciales solo ocurren cuando duermes.

»Habrá veces en que las emergencias inevitablemente te quitarán sueño. Pero si el día a día te roba horas de sueño necesario, eso puede causar graves daños, sin mencionar que también te roba mucha felicidad, salud, motivación y paz por el estado de agotamiento en que te encuentras».

En paz me acostaré y dormiré, porque solo Tú, oh Señor, me mantendrás a salvo.  Salmo 4:8 NTV

Cuando te acuestes no tendrás temor, sí, te acostarás y será dulce tu sueño.  Proverbios 3:24 NBLH

Es inútil que te esfuerces tanto, desde la mañana temprano hasta tarde en la noche, y te preocupes por conseguir alimento; porque Dios da descanso a Sus amados.  Salmo 127:2 NTV


[1] http://www.health.com/health/gallery/0,,20459221,00.html

[2] http://headhearthand.org/blog/2014/05/14/arrogance-of-ignoring-our-need-of-sleep. La cita es de Scandalous: The Cross and Resurrection of Jesus, de D. A. Carson (Crossway, 2010), 147.

[3] Tomado de una charla de John Piper (1995) acerca de Charles Spurgeon. La fuente ya no está disponible.

 

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