Enviado por Peter Amsterdam
agosto 3, 2021
[Jesus—His Life and Message: John 16:23–33]
Jesús ha explicado a Sus discípulos que, cuando Él se vaya de este mundo, ellos llorarán y se lamentarán, a diferencia del mundo, que se alegrará[1]; también les ha dicho que, si bien de momento estarán tristes, Él los volverá a ver, y eso hará que se llenen de una alegría que nadie les podrá arrebatar[2]. A continuación, les habla de ciertos hechos que ocurrirán en un futuro próximo.
En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo que todo cuanto pidáis al Padre en Mi nombre, os lo dará. Hasta ahora nada habéis pedido en Mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea completo[3].
Jesús dice a Sus discípulos que «en aquel día», refiriéndose probablemente a cuando Él haya resucitado y ascendido al Cielo, no necesitarán hacerle preguntas, ya que entenderán lo que todavía no entienden. Sus preguntas habrán quedado respondidas.
Sin embargo, sí necesitarán pedir, y Jesús les mandó que lo hicieran. No necesitarán hacerle preguntas sobre Su partida, pero sí presentar peticiones en oración. Es una alusión a un tiempo futuro, después de la resurrección de Jesús, en que el Espíritu Santo estará con ellos y los instruirá.
El Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en Mi nombre, Él os enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que Yo os he dicho[4].
Jesús se refirió a un cambio que se produciría en el futuro. Hasta entonces, los discípulos le habían presentado peticiones a Él directamente, y habían orado al Padre directamente. No obstante, no le habían pedido nada al Padre en nombre del Hijo. Jesús les mandó que, a partir de ese momento, le hicieran peticiones al Padre en nombre del Hijo.
Estas cosas os he hablado en alegorías; la hora viene cuando ya no os hablaré en alegorías, sino que claramente os anunciaré acerca del Padre[5].
Jesús ha hablado a Sus discípulos en alegorías. Puede que se refiriera a las parábolas que había contado o a Sus dichos ingeniosos de un tipo u otro. En cualquier caso, lo que les decía no se entendía de inmediato, sino que requería indagación y reflexión.
Jesús aludió a un tiempo futuro en que les hablaría claramente del Padre. Los discípulos probablemente se imaginaron que se refería al presente, ya que poco después comentaron que les estaba hablando con toda claridad y no en lenguaje figurado. Pero es más probable que Jesús se refiriera a lo que ocurriría después de Su resurrección y ascensión, ya que sería entonces cuando se les aclararían a los discípulos ciertos conceptos que en ese momento eran vagos o les estaban ocultos.
En aquel día pediréis en Mi nombre, y no os digo que Yo rogaré al Padre por vosotros, pues el Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado y habéis creído que Yo salí de Dios[6].
El hecho de que hable de «aquel día» confirma que se refería a una situación futura, posterior a Su retorno al Padre en el Cielo. Jesús dio a entender que en ese entonces los discípulos disfrutarían de una relación más estrecha y directa con el Padre. Cierto autor explica:
A continuación, [Jesús] precisa qué significa eso de «pediréis en Mi nombre», o más exactamente, qué es lo que no significa. No significa que Él intercederá por ellos ante el Padre, ni que tomará de alguna manera las oraciones de ellos y se las presentará al Padre. Al contrario, Él explica: «No digo que Yo rogaré al Padre por vosotros». […] En aquel día, después que Él se reúna con el Padre, ya no necesitará hacerlo, pues ellos dispondrán de acceso inmediato y directo al Padre[7].
Jesús aclara que el Padre los ama porque ellos han amado al Hijo y creído que vino de Dios.
El concepto de que el Padre nos ama porque nosotros, los creyentes, amamos a Jesús está también plasmado en un pasaje anterior de este evangelio: «El que me ama, Mi palabra guardará; y Mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada con él»[8]. En ese versículo, Jesús habló de que los creyentes guardan Su palabra. Aquí (v. 27) menciona que creen «que Yo salí de Dios». Jesús reconoce que los discípulos creen que Él vino de Dios, algo que ya quedó claro en este evangelio cuando Pedro confesó: «Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocido que Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente»[9].
Salí del Padre y he venido al mundo; otra vez dejo el mundo y regreso al Padre[10].
Jesús acaba de decir que los discípulos creían que Él había venido de Dios. A continuación, ahonda en ello, resumiendo en cierto modo todo este evangelio. Él vino del Padre al mundo, y pronto regresará con Él. Es similar a algo que dijo mucho antes en este evangelio a quienes lo rechazaban: «Si vuestro padre fuera Dios, entonces me amaríais, porque Yo de Dios he salido y he venido, pues no he venido de Mí mismo, sino que Él me envió»[11].
Esta vez, «le dijeron Sus discípulos: “Ahora hablas claramente y ninguna alegoría dices. Ahora entendemos que sabes todas las cosas y no necesitas que nadie te pregunte; por esto creemos que has salido de Dios”»[12]. Los discípulos han estado en silencio desde la mitad del capítulo 14, cuando «le dijo Judas (no el Iscariote): “Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros y no al mundo?”»[13] Aquí vuelven a dirigirse a Él. Les pareció que por fin entendían lo que Él les había estado diciendo porque hablaba «claramente», y hasta cierto punto era verdad. Sin embargo, no sería sino después del arresto, juicio, crucifixión, muerte, resurrección y ascensión de Jesús al Cielo, y de la venida del Espíritu Santo, que entenderían plenamente todo lo que Jesús les había dicho.
Jesús les respondió: «¿Ahora creéis? La hora viene, y ha venido ya, en que seréis esparcidos cada uno por su lado y me dejaréis solo; pero no estoy solo, porque el Padre está conmigo»[14].
Esta es la tercera vez en este capítulo en que Jesús dice «la hora viene». La primera fue cuando dijo: «Viene la hora cuando cualquiera que os mate pensará que rinde servicio a Dios»[15]. La segunda: «La hora viene cuando ya no os hablaré en alegorías»[16]. Y la tercera vez se refiere a la hora en que los discípulos lo abandonarán.
Jesús cuestiona la declaración de los discípulos, de que creían que había venido de Dios: «¿Ahora creéis?» La fe de los discípulos es auténtica; pero es para ahora, es decir, temporal. No resistirá la prueba inicial de persecución. Jesús dijo que había llegado el momento en que los discípulos serían esparcidos, o sea, en que regresarían cada uno a su casa, dejando a Jesús sufrir y morir solo en la cruz.
Aunque los discípulos lo iban a abandonar, Jesús dijo que no estaba solo, ya que el Padre estaba con Él. Eso ya lo había indicado en dos ocasiones hablando con los fariseos en la Fiesta de los Tabernáculos.
Si Yo juzgo, Mi juicio es según la verdad, porque no soy Yo solo, sino Yo y el Padre que me envió[17].
El que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque Yo hago siempre lo que le agrada[18].
El Padre ha estado con el Hijo a lo largo de Su ministerio, y no hay motivo para creer que abandonará a Jesús como los discípulos.
Estas cosas os he hablado para que en Mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción, pero confiad, Yo he vencido al mundo[19].
Jesús termina Su charla tranquilizándolos y a la vez previniéndolos. Visualiza a los discípulos teniendo paz en Él y al mismo tiempo atravesando dificultades, indicadas aquí por la palabra aflicción, y en otras traducciones de la Biblia por palabras como tribulación, apretura, sufrimientos y pruebas y tristezas. Si bien los discípulos estarán en este mundo, con todos sus retos, pruebas y tribulaciones, vivirán también en Cristo, lo cual les dará paz, porque Él ha vencido al mundo.
(Continuará.)
Todos los versículos de la Biblia proceden de la versión Reina-Valera, revisión de 1995 © Sociedades Bíblicas Unidas, 1995. Utilizados con permiso.
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[1] Juan 16:20.
[2] Juan 16:22.
[3] Juan 16:23,24.
[4] Juan 14:26.
[5] Juan 16:25.
[6] Juan 16:26,27.
[7] Michaels, The Gospel of John, 849.
[8] Juan 14:23.
[9] Juan 6:68,69.
[10] Juan 16:28.
[11] Juan 8:42.
[12] Juan 16:29,30.
[13] Juan 14:22.
[14] Juan 16:31,32.
[15] Juan 16:2.
[16] Juan 16:25.
[17] Juan 8:16.
[18] Juan 8:29.
[19] Juan 16:33.
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