Alabar a Dios

mayo 1, 2018

Enviado por Peter Amsterdam

[Praising God]

Dar la gloria a Dios es un componente clave de nuestra vida de fe. Él es nuestro Creador, Salvador, Rey y Dios, y por tanto digno de nuestra alabanza, adoración y culto. A menudo yo peco de no alabarlo y honrarlo como sé que debo hacerlo, y me imagino que no soy el único que se siente así. Asimismo encuentro que repito las mismas frases en mis alabanzas al Señor y a veces me da la impresión de que estoy pronunciando las mismas palabras sin ese sentido más profundo que debiera contener la alabanza. Después de todo, cuando alabamos a Dios honramos al ser más grandioso que hay; el que creó y sostiene todo lo que existe; el que nos da la vida, nos ama profundamente, vela por nosotros y con quien pasaremos la eternidad.

Nos hacemos una idea de la importancia o magnitud de ensalzar a Dios cuando observamos un atisbo de la alabanza tributada al Altísimo en las esferas celestiales tal como la describe el libro del Apocalipsis:

Los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos, y día y noche, sin cesar, decían: «¡Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es y el que ha de venir!» Cada vez que aquellos seres vivientes dan gloria y honra y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos, los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo: «Señor, digno eres de recibir la gloria, la honra y el poder, porque Tú creaste todas las cosas, y por Tu voluntad existen y fueron creadas»[1].

Con el objeto de que mi alabanza fuera más expresiva y sentida recopilé una cantidad de versículos bíblicos que manifiestan alabanza y gratitud. Estos versos están divididos en siete secciones que sirven para cada día de la semana. Imprimí cada sección y recurro a una de ellas diariamente para ayudarme a enaltecer y honrar al Señor. Ruego que estos versículos les sean útiles en sus ratos de alabanza a nuestro espléndido Dios y Salvador.

DÍA 1

Engrandécete, oh Señor, en Tu poder; cantaremos y alabaremos Tu poderío.

¡Alabaré al Señor por Su justicia! ¡Al nombre del Señor altísimo cantaré salmos!

¡Yo te bendeciré mientras tenga vida, y en Tu nombre levantaré mis manos! Mi alma quedará del todo satisfecha, como si comiera los mejores platillos, y mis labios te aclamarán jubilosos al pensar en ti recostado en mi lecho, al meditar en ti durante mis desvelos. Porque Tú has sido mi socorro, alegre viviré bajo la sombra de Tus alas.

Aclamad a Dios con alegría, toda la tierra. Cantad la gloria de Su nombre; dadle la gloria con alabanza. Decid a Dios: «¡Cuán asombrosas son Tus obras! Por la grandeza de Tu poder se someterán a ti Tus enemigos. Toda la tierra te adorará y cantará a ti; cantarán a Tu nombre».

¡Alabado sea el Señor! Alaben a Dios en Su santuario, alábenlo en Su poderoso firmamento. Alábenlo por Sus proezas, alábenlo por Su inmensa grandeza. Alábenlo con sonido de trompeta, alábenlo con el arpa y la lira. Alábenlo con panderos y danzas, alábenlo con cuerdas y flautas. Alábenlo con címbalos sonoros, alábenlo con címbalos resonantes. ¡Que todo lo que respira alabe al Señor! ¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor!

Alabad al Señor, naciones todas; alabadle, pueblos todos. Porque grande es Su misericordia para con nosotros, y la fidelidad del Señor es eterna. ¡Aleluya!

Justos, alégrense en el Señor, y alaben Su santo nombre.

Has cambiado mi lamento en baile; me quitaste la ropa áspera y me vestiste de alegría. Por tanto, a ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado. Señor Dios mío, ¡te alabaré para siempre!

¡Alábenlo los cielos y la tierra, los mares y todo lo que en ellos se mueve!

Quiero alabarte, Señor, con todo el corazón, y contar todas Tus maravillas. Quiero alegrarme y regocijarme en ti, y cantar salmos a Tu nombre, oh Altísimo.

¡Vengan y con alegría aclamemos al Señor! ¡Cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación!¡Lleguemos ante Su presencia con alabanza! ¡Aclamémosle con cánticos!¡Grande es el Señor, nuestro Dios! ¡Gran Rey es Él sobre todos los dioses! En Su mano están las profundidades de la tierra, y las alturas de los montes son Suyas. Suyo es también el mar, pues Él lo hizo, y Sus manos formaron la tierra seca. ¡Vengan, y rindámosle adoración! ¡Arrodillémonos delante del Señor, nuestro Creador! El Señor es nuestro Dios, y nosotros somos el pueblo de Su prado; ¡somos las ovejas de Su mano!

Bendigan al Señor, ustedes Sus poderosos ángeles que ejecutan Su palabra obedeciendo la voz de ella. Bendigan al Señor, ustedes todos Sus ejércitos; servidores Suyos que hacen Su voluntad. Bendigan al Señor, ustedes todas Sus obras en todos los lugares de Su señorío. ¡Bendice, alma mía, al Señor!

Bendigan al Señor todos ustedes Sus siervos, que de noche permanecen en la casa del Señor. Eleven sus manos hacia el santuario y bendigan al Señor.

DÍA 2

Bendeciré al Señor en todo tiempo; Su alabanza estará siempre en mi boca.

Solo Tú eres el Señor. Tú hiciste los cielos, los cielos de los cielos con todo su ejército, la tierra y todo lo que en ella hay, los mares y todo lo que en ellos hay. Tú das vida a todos ellos y el ejército de los cielos se postra ante ti.

Te alabaré, oh Señor, Dios mío, con todo mi corazón; glorificaré Tu nombre para siempre. Porque Tu misericordia es grande para conmigo.

¡Canten alegres al Señor, habitantes de toda la tierra! ¡Sirvan al Señor con alegría! ¡Vengan a Su presencia con regocijo! Reconozcan que el Señor es Dios; Él nos hizo, y de Él somos. Somos Su pueblo. ¡Somos las ovejas de Su prado!

El Señor es mi fuerza y mi cántico; Él es mi salvación. Él es mi Dios, y lo alabaré; es el Dios de mi padre, y lo enalteceré.

Tu misericordia es mejor que la vida; por eso mis labios te alaban. ¡Yo te bendeciré mientras tenga vida, y en Tu nombre levantaré mis manos! Mi alma quedará del todo satisfecha, como si comiera los mejores platillos, y mis labios te aclamarán jubilosos al pensar en ti recostado en mi lecho, al meditar en ti durante mis desvelos. Porque Tú has sido mi socorro, alegre viviré bajo la sombra de Tus alas.

¡Aleluya! ¡Alaben al Señor, porque es bueno; porque para siempre es Su misericordia! ¿Quién declarará las proezas del Señor? ¿Quién hará oír todas Sus alabanzas?

Te alabaré, Señor, entre los pueblos; te cantaré salmos entre las naciones.

Levántense, bendigan al Señor su Dios por siempre y para siempre. Sea bendito Tu glorioso nombre, y exaltado sobre toda bendición y alabanza.

¡Alaben al Señor porque Él es bueno, y Su gran amor perdura para siempre!

¡Tributen al Señor la honra que merece Su nombre! ¡Adoren al Señor en la hermosura de la santidad!

Canten al Señor con acción de gracias; canten alabanzas con la lira a nuestro Dios.

¡Bendice, alma mía, al Señor! Señor, Dios mío, ¡qué grande eres! Te has vestido de gloria y de esplendor. Tú eres el que se cubre de luz como de vestidura, que extiende los cielos como una tienda.

¡Aleluya! Den gracias al Señor, porque es bueno; porque para siempre es Su misericordia.

DÍA 3

Señor, abre mis labios y publicará mi boca Tu alabanza.

Yo te daré gracias en la gran asamblea; ante una multitud te alabaré.

Yo siempre confiaré en ti, y más y más te alabaré. Todo el día mi boca proclamará Tu justicia, y Tus hechos de salvación, aun cuando no puedo enumerarlos.

Asimismo yo te alabaré con instrumento de salterio, Dios mío; Tu lealtad cantaré a ti en el arpa, Santo de Israel. Mis labios se alegrarán cuando cante para ti; y mi alma, la cual redimiste. Mi lengua hablará también de Tu justicia todo el día.

El Señor es mi fuerza y mi escudo; mi corazón en Él confía; de Él recibo ayuda. Mi corazón salta de alegría, y con cánticos le daré gracias.

¡Alabado sea el Señor desde los cielos! ¡Alabado sea el Señor en las alturas! ¡Que alaben al Señor todos Sus ángeles! ¡Que alaben al Señor todos Sus ejércitos! ¡Que alaben al Señor el sol y la luna! ¡Que alaben al Señor las estrellas refulgentes! ¡Que alaben al Señor los cielos de los cielos, y las aguas que están sobre los cielos! ¡Alabado sea el nombre del Señor! El Señor dio una orden, y todo fue creado. Todo quedó para siempre en su lugar; el Señor dio una orden que no se debe alterar. Que alaben al Señor, desde la tierra, los monstruos marinos y el mar profundo; el fuego y el granizo, la nieve y el rocío, y el viento tempestuoso que ejecuta Su palabra; los montes y las colinas, los árboles frutales y los cedros, los animales salvajes y los domésticos, los reptiles y los pájaros, los reyes de la tierra y todos los pueblos, todos los jefes y gobernantes de la tierra, los jóvenes y las doncellas, los ancianos y los niños. ¡Alabado sea el nombre del Señor! ¡Solo Su nombre merece ser exaltado! ¡Su gloria domina los cielos y la tierra! ¡Que alaben al Señor todos Sus fieles!

Entren por Sus puertas con acción de gracias, y a Sus atrios con alabanza. Denle gracias, bendigan Su nombre. Porque el Señor es bueno; para siempre es Su misericordia, y Su fidelidad por todas las generaciones.

¡Oh SEÑOR, Tú eres mi Dios! Te exaltaré; alabaré Tu nombre, porque has hecho maravillas. Desde antaño Tus designios son fieles y verdaderos.

¡Prorrumpa mi boca en alabanzas al Señor! ¡Alabe todo el mundo Su santo nombre, por siempre y para siempre!

Alabaré al Señor de todo corazón, en compañía de la comunidad de los fieles.

¡Grandes y maravillosas son Tus obras, Señor Dios Todopoderoso! ¡Justos y verdaderos son Tus caminos, Rey de las naciones! ¿Quién no te temerá, Señor? ¿Quién no glorificará Tu nombre? ¡Solo Tú eres santo! Todas las naciones vendrán y te adorarán, porque Tus juicios se han manifestado.

Te alabaré entre los pueblos, Señor; cantaré de ti entre las naciones, porque grande hasta los cielos es Tu misericordia y hasta las nubes Tu verdad.

Bendice, alma mía, al Señor, y bendiga todo mi ser Su santo nombre. Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de Sus beneficios.

Te exaltaré, mi Dios, el Rey, y bendeciré Tu nombre eternamente y para siempre. Cada día te bendeciré y alabaré Tu nombre eternamente y para siempre. Grande es el Señor y digno de suprema alabanza. Su grandeza es inescrutable.

DÍA 4

Alabaré al Señor en mi vida; a mi Dios cantaré salmos mientras viva.

Me alegraré y me regocijaré en ti; cantaré a Tu nombre, Altísimo.

Yo te alabaré, Señor, con mucho gozo; ¡te cantaré en medio de una gran multitud!

Al Señor cantaré mientras yo viva; cantaré alabanzas a mi Dios mientras yo exista. Séale agradable mi meditación; yo me alegraré en el Señor. […] Bendice, alma mía, al Señor. ¡Aleluya!

Gracias a Dios que en Cristo siempre nos lleva triunfantes y, por medio de nosotros, esparce por todas partes la fragancia de Su conocimiento.

¡Aleluya! Alaben, siervos del Señor, alaben el nombre del Señor. Bendito sea el nombre del Señor desde ahora y para siempre. Desde el nacimiento del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor. Excelso sobre todas las naciones es el Señor; Su gloria está sobre los cielos. ¿Quién es como el Señor nuestro Dios, que está sentado en las alturas, que se humilla para mirar lo que hay en el cielo y en la tierra? Él levanta al pobre del polvo, y al necesitado saca del muladar, para sentarlos con príncipes, con los príncipes de Su pueblo. Hace habitar en casa a la mujer estéril, gozosa de ser madre de hijos. ¡Aleluya!

Te daré gracias, porque asombrosa y maravillosamente he sido hecho; maravillosas son Tus obras, y mi alma lo sabe muy bien.

No alaban al Señor los muertos ni cuantos descienden al silencio. Pero nosotros bendeciremos al Señor desde ahora y para siempre. ¡Aleluya!

Tú eres mi Dios, por eso te doy gracias; Tú eres mi Dios, por eso te exalto. Den gracias al Señor, porque Él es bueno; Su gran amor perdura para siempre.

Sean agradables a ti, oh Señor, las ofrendas de mi boca.

Grande es el Señor en Sión, ¡excelso sobre todos los pueblos! Sea alabado Su nombre grandioso e imponente: ¡Él es santo! Exalten al Señor nuestro Dios; adórenlo ante el estrado de Sus pies: ¡Él es santo!

Gracias te damos, Dios, gracias te damos, pues cercano está Tu nombre; los hombres cuentan Tus maravillas.

Cántenle, cántenle alabanzas; hablen de todas Sus maravillas. Gloríense en Su santo nombre; alégrese el corazón de los que buscan al Señor. Busquen al Señor y Su fortaleza; busquen Su rostro continuamente.

DÍA 5

¡Alabado sea el Señor! ¡Cuán bueno es cantar salmos a nuestro Dios, cuán agradable y justo es alabarlo!

Señor, abre mis labios y publicará mi boca Tu alabanza.

¡Aleluya! Daré gracias al Señor con todo mi corazón, en la compañía de los rectos y en la congregación. Grandes son las obras del Señor, buscadas por todos los que se deleitan en ellas. Esplendor y majestad es Su obra, y Su justicia permanece para siempre.

¡Alabado sea el nombre del Señor! ¡Que lo alaben todos Sus siervos, los que sirven en el templo del Señor, los que están en los atrios de nuestro Dios! ¡Alaben al Señor, porque Él es bueno! ¡Canten salmos a Su nombre, por su bondad!

Den gracias al Señor porque Él es bueno, porque para siempre es Su misericordia. Den gracias al Dios de dioses, porque para siempre es Su misericordia. Den gracias al Señor de señores, porque para siempre es Su misericordia. Al único que hace grandes maravillas, porque para siempre es Su misericordia. Al que con sabiduría hizo los cielos, porque para siempre es Su misericordia. Al que extendió la tierra sobre las aguas, porque para siempre es Su misericordia. Al que hizo las grandes lumbreras, porque para siempre es Su misericordia; el sol para que reine de día, porque para siempre es Su misericordia; la luna y las estrellas para que reinen de noche, porque para siempre es Su misericordia.

Pero yo siempre tendré esperanza, y más y más te alabaré. Todo el día proclamará mi boca Tu justicia y Tu salvación, aunque es algo que no alcanzo a descifrar.

Dios nuestro, te damos gracias y alabamos Tu glorioso nombre.

¡En Dios nos gloriaremos todo el tiempo, y por siempre alabaremos Tu nombre!

Te alabaré con todo mi corazón; delante de los dioses te cantaré salmos. Me postraré hacia Tu santo templo y alabaré Tu nombre por Tu misericordia y Tu fidelidad, porque has engrandecido Tu nombre y Tu palabra sobre todas las cosas.

Exalten al Señor nuestro Dios; adórenlo en Su santo monte: ¡Santo es el Señor nuestro Dios!

Señor, digno eres de recibir la gloria, la honra y el poder, porque Tú creaste todas las cosas, y por Tu voluntad existen y fueron creadas.

Den gracias al Señor, porque Él es bueno; Su gran amor perdura para siempre.

Canten al Señor, alaben Su nombre; anuncien día tras día Su victoria. Proclamen Su gloria entre las naciones, Sus maravillas entre todos los pueblos. ¡Grande es el Señor y digno de alabanza!

Familias de los pueblos, ¡tributen al Señor la gloria y el poder! ¡Tributen al Señor la honra que merece Su nombre! ¡Traigan sus ofrendas, y vengan a Su presencia! ¡Adoren al Señor en la hermosura de la santidad!

DÍA 6

¡Bendecid, pueblos, a nuestro Dios, y haced oír la voz de Su alabanza!

Te alabaré, porque formidables y maravillosas son Tus obras; estoy maravillado y mi alma lo sabe muy bien.

Te alabaré con todo mi corazón; delante de los dioses te cantaré salmos. Me postraré hacia Tu santo templo y alabaré Tu nombre por Tu misericordia y Tu fidelidad, porque has engrandecido Tu nombre y Tu palabra sobre todas las cosas.

¡El Señor reina! Los pueblos tiemblan. ¡El Señor está en Su trono entre los querubines! La tierra se conmueve. Grande es el Señor en Sión, y exaltado sobre todos los pueblos. Alabado es Tu nombre grande y temible; ¡El Señor es santo! [...] ¡Exaltemos al Señor, nuestro Dios! ¡Postrémonos ante el estrado de Sus pies! ¡El Señor es santo! ¡Exaltemos al Señor, nuestro Dios! ¡Postrémonos ante Su santo monte! ¡El Señor, nuestro Dios, es santo!

Los cielos, Señor, celebran Tus maravillas, y Tu fidelidad la asamblea de los santos. ¿Quién en los cielos es comparable al Señor? ¿Quién como Él entre los seres celestiales? Dios es muy temido en la asamblea de los santos; grande y portentoso sobre cuantos lo rodean. ¿Quién como Tú, Señor, Dios Todopoderoso, rodeado de poder y de fidelidad?

Tú tienes un brazo fuerte; Tu mano es poderosa, Tu diestra es exaltada. La justicia y el derecho son el fundamento de Tu trono; la misericordia y la verdad van delante de ti. ¡Cuán bienaventurado es el pueblo que sabe lo que es la voz de júbilo! Andan, Señor, a la luz de Tu rostro. En Tu nombre se regocijan todo el día, y por Tu justicia son enaltecidos.

Mis labios rebosarán de alabanza cuando me enseñes Tus estatutos.

Te damos gracias, oh Dios, te damos gracias e invocamos Tu nombre; todos hablan de Tus obras portentosas.

Alabaré con cánticos el nombre de Dios, lo exaltaré con alabanza.

¡Que den gracias al Señor por Su gran amor, por Sus maravillas en favor de los hombres!

¡Vengan, adoremos y postrémonos! Arrodillémonos delante del Señor, nuestro Hacedor. Porque Él es nuestro Dios; nosotros somos el pueblo de Su prado y las ovejas de Su mano.

Porque mejor es Tu misericordia que la vida, mis labios te alabarán. Así te bendeciré en mi vida; en Tu nombre alzaré mis manos.

Con mi boca daré abundantes gracias al Señor, y en medio de la multitud lo alabaré.

Den gracias al Señor, invoquen Su nombre; den a conocer Sus obras entre los pueblos. Cántenle, cántenle; hablen de todas Sus maravillas. Gloríense en Su santo nombre; alégrese el corazón de los que buscan al Señor.

DÍA 7

Alabaré con cánticos el nombre de Dios, lo exaltaré con alabanza.

Lancen voces de alegría y regocijo los que apoyan Mi causa, y digan siempre: «Exaltado sea el Señor, quien se deleita en el bienestar de Su siervo». Con mi lengua proclamaré Tu justicia, y todo el día te alabaré.

Vengan, cantemos con gozo al Señor, aclamemos con júbilo a la roca de nuestra salvación. Vengamos ante Su presencia con acción de gracias; aclamemos a Él con salmos. Porque Dios grande es el Señor, y Rey grande sobre todos los dioses, en cuya mano están las profundidades de la tierra; Suyas son también las cumbres de los montes. Suyo es el mar, pues Él lo hizo, y Sus manos formaron la tierra firme. Vengan, adoremos y postrémonos; doblemos la rodilla ante el Señor nuestro Hacedor. Porque Él es nuestro Dios, y nosotros el pueblo de Su prado y las ovejas de Su mano.

Nosotros, pueblo Tuyo y ovejas de Tu prado, te alabaremos para siempre. ¡De generación en generación cantaremos Tus alabanzas!

¡Alábente, Dios, los pueblos, todos los pueblos te alaben! Alégrense y gócense las naciones, porque juzgarás los pueblos con equidad y pastorearás las naciones en la tierra.

¡Alaben al Señor, invoquen Su nombre! ¡Que los pueblos reconozcan Sus obras!¡Canten, sí, cántenle salmos! ¡Proclamen todas Sus maravillas!¡Regocíjense en Su santo nombre! ¡Alégrense de corazón los que buscan al Señor!

¡En la misericordia de Dios confío eternamente y para siempre! Te alabaré para siempre.

Den gracias al Señor, porque Él es bueno; Su gran amor perdura para siempre.

Me postraré hacia Tu santo templo y alabaré Tu nombre por Tu misericordia y Tu fidelidad, porque has engrandecido Tu nombre y Tu palabra sobre todas las cosas.

Sea llena mi boca de Tu alabanza, de Tu gloria todo el día.

Bendeciré al Señor en todo tiempo; Su alabanza estará siempre en mi boca.

No a nosotros, Señor, no a nosotros, sino a Tu nombre da gloria, por Tu misericordia, por Tu fidelidad.


Referencias

Día 1:

Salmo 21:13 (LBLA)

Salmo 7:17 (NVI)

Salmo 63:4–7 (RVC)

Salmo 66:1–4

Salmo 150:1–6 (NVI)

Salmo 117:1,2 (LBLA)

Salmo 97:12 (NBLH)

Salmo 30:11,12

Salmo 69:34

Salmo 9:1,2 (NVI)

Salmo 95:1–7 (RVC)

Salmo 103:20–22 (RVA-2015)

Salmo 134:1,2 (NVI)

Día 2:

Salmo 34:1 (RVC)

Nehemías 9:6 (LBLA)

Salmo 86:12,13 (RVA-2015)

Salmo 100:1–3 (RVC)

Éxodo 15:2 (NVI)

Salmo 63:3–7 (RVC)

Salmo 106:1,2 (RVA-2015)

Salmo 108:3 (NVI)

Nehemías 9:5 (NBLH)

1 Crónicas 16:34 (NVI)

1 Crónicas 16:29 (RVC)

Salmo 147:7 (NBLH)

Salmo 104:1,2 (RVA-2015)

Salmo 106:1 (NBLH)

Día 3:

Salmo 51:15

Salmo 35:18 (NVI)

Salmo 71:14,15 (RVC)

Salmo 71:22–24

Salmo 28:7 (NVI)

Salmo 148:1–14 (RVC)

Salmo 100:4,5 (NBLH)

Isaías 25:1 (RVA-2015)

Salmo 145:21 (NVI)

Salmo 111:1 (RVC)

Apocalipsis 15:3,4 (RVC)

Salmo 57:9,10

Salmo 103:1,2 (NBLH)

Salmo 145:1–3 (RVA-2015)

Día 4:

Salmo 146:2 (RVA-2015)

Salmo 9:2

Salmo 109:30 (RVC)

Salmo 104:33–35 (NBLH)

2 Corintios 2:14 (NVI)

Salmo 113:1–9 (NBLH)

Salmo 139:14 (NBLH)

Salmo 115:17,18 (RVA-2015)

Salmo 118:28,29 (NVI)

Salmo 119:108 (RVA-2015)

Salmo 99:2,3,5 (NVI)

Salmo 75:1

1 Crónicas 16:9–11 (NBLH)

Día 5:

Salmo 147:1 (NVI)

Salmo 51:15

Salmo 111:1–3 (NBLH)

Salmo 135:1–3 (RVC)

Salmo 136:1–9 (NBLH)

Salmo 71:14,15 (NVI)

1 Crónicas 29:13 (NBLH)

Salmo 44:8

Salmo 138:1,2

Salmo 99:9 (NVI)

Apocalipsis 4:11

Salmo 107:1 (NVI)

Salmo 96:2–4 (NVI)

1 Crónicas 16:28,29 (RVC)

Día 6:

Salmo 66:8

Salmo 139:14

Salmo 138:1,2

Salmo 99:1–3, 5, 9 (RVC)

Salmo 89:5–8 (NVI)

Salmo 89:13–16 (NBLH)

Salmo 119:171

Salmo 75:1 (NVI)

Salmo 69:30

Salmo 107:8 (NVI)

Salmo 95:6,7 (RVA-2015)

Salmo 63:3,4

Salmo 109:30 (NBLH)

Salmo 105:1–3 (NBLH)

Día 7:

Salmo 69:30

Salmo 35:27,28 (NVI)

Salmo 95:1–7 (NBLH)

Salmo 79:13

Salmo 67:3,4

Salmo 105:1–3 (RVC)

Salmo 52:8,9

Salmo 118:1 (NVI)

Salmo 138:2

Salmo 71:8

Salmo 34:1 (RVC)

Salmo 115:1

A menos que se indique otra cosa, los versículos de la Biblia citados en este artículo proceden de la versión Reina-Valera, revisión de 1995, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1995. Utilizados con permiso.


[1] Apocalipsis 4:8–11.