Más que vencedores

marzo 8, 2014

Enviado por María Fontaine

Pensamientos sobre la fe y la esperanza en medio del sufrimiento

Recopilado y preparado para publicación por María Fontaine

¿Alguna vez te has detenido a preguntarte cosas como: «¿Por qué estoy aquí, en esta vida?» o, «¿Qué significa esto para mí en particular?»? Son preguntas muy normales, sobre todo cuando atravesamos momentos difíciles.

Naturalmente, todos sabemos que el Señor nos ha puesto aquí para que demos a conocer Su amor a los demás, y esa es nuestra misión. No obstante, cuando nos enfrentamos a las experiencias particulares que nos toca vivir en nuestro propio tránsito por este mundo, de a ratos puede resultarnos difícil encontrarle sentido a todo lo que nos ocurre. Es entonces que a cada tanto nos topamos con obstáculos aparentemente impenetrables. Necesitamos ayuda de Alguien capaz de ver las cosas en perspectiva cuando nosotros perdemos de vista el panorama general.

Opino que una de las cosas más importantes en nuestra vida es acumular experiencia de cada cosa que nos toca vivir. Esa experiencia, aunada al consejo de Dios, nos proporcionará sabiduría, entendimiento y prudencia en el espíritu. Cuando de crecer y madurar se trata, no hay atajos.

Contamos con el Hombre de las respuestas, que nos guía por buen camino si lo seguimos, pero si desbaratara cualquier experiencia difícil que nos toque vivir y evitara que pasemos por esos trances, solo porque podrían resultarnos dolorosos o traumáticos, nos impediría que nos beneficiemos al máximo de las enseñanzas de la vida.

Estoy convencida de que más bien Él, en Su amor por nosotros, sabe exactamente cuáles son las experiencias que mejor se prestan para nuestro aprendizaje y crecimiento, no solo en el momento sino también desde el punto de vista de la eternidad. Le creo cuando nos dice que no permitirá que se nos tiente más allá de lo que podemos soportar. Es el Dios del universo. Si existe alguien que conoce a fondo nuestra vida y que es capaz de diseñarla de tal manera que podamos sacarle máximo provecho a nuestras experiencias, es Él. Sin lugar a dudas sabrá lo que nos hace falta mucho mejor que nosotros mismos, con nuestra perspectiva totalmente limitada de lo que enfrentamos.

Espero que estos hermosos pensamientos, mensajes de Jesús y escritos de hombres y mujeres de fe, los inspiren e infundan ánimo, y que sean fuente de bendición y aliento tanto para ustedes como para las personas con que los compartan.


«¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: “Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; somos contados como ovejas de matadero”. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó»[1].

Al disponerse a responder la pregunta ¿Por qué a mí?, uno debe entender que es muy posible que las circunstancias de la vida escapen por completo a nuestro control. Sin embargo, cuando se trata de la situación en que nos encontramos, a menudo suelen ser muchos los factores que podemos controlar. La vida es como un juego de cartas en que no tenemos poder de decisión sobre la mano que nos toca. No obstante, tenemos poder de decisión sobre cómo jugamos la mano. Cuando nos va mal, no tendría sentido echarle la culpa al que nos repartió las cartas. La cosa es jugar con toda la habilidad y determinación que podamos. En eso consiste asumir la responsabilidad.  Pesach Krauss

Las cosas que procuramos evitar y a las que tanto nos resistimos —tribulación, sufrimiento y persecución— son justamente las cosas que nos producen enorme felicidad. Las mismas olas que producirían terror a un nadador promedio, reportarían muchísima emoción al surfista que sabe montarlas. «Somos más que vencedores por medio de Aquel que nos amó»… en todas estas cosas y no a pesar de ellas, en medio de ellas. Un santo no llega a conocer el gozo del Señor a pesar de la tribulación sino a raíz de ella.  Oswald Chambers

Este es el secreto de la felicidad: dejar de perseguir lo que a nosotros nos parece, sino consagrarnos, simple y llanamente, a lo que nos depara Dios, asentir a Su voluntad y, haciéndolo, hallar paz.  Evelyn Underhill

«El gozo del Señor es vuestra fortaleza»[2].

La autocompasión es nuestra peor enemiga, y si nos entregamos a ella, jamás podremos hacer nada bueno en este mundo.  Helen Keller

Una de las cosas que he notado acerca de la enfermedad es que nos vuelca hacia nuestro interior. Cuando nos enfermamos, tendemos a concentrarnos en nuestro propio dolor y sufrimiento. Puede que sintamos pena de nosotros mismos o caigamos en la depresión. No obstante, si nos concentramos en el mensaje de Jesús —que a través del sufrimiento nos vaciamos de nosotros mismos y nos llenamos de la gracia y el amor de Dios— podemos empezar a pensar en otras personas y sus necesidades; podemos llegar a entusiasmarnos con la idea de acompañarlos a ellos en sus tribulaciones. Mi decisión de hablar abiertamente y sinceramente sobre el cáncer que padezco ha enviado la señal de que cuando estamos enfermos, no tenemos por qué encerrarnos en nosotros mismos y aislarnos de los demás. Por el contrario: es justamente en épocas así cuando más necesitamos a las personas.  Cardinal Joseph Bernardin

El dolor es inevitable; el sufrimiento es optativo.  Tom Blossom

Tanto te ama Dios, y tanto confía en ti que permite que la aflicción penetre tu vida para ver si ejercitarás tus músculos de la fe cuando tus músculos físicos empiezan a atrofiarse.  Rev. John Howe

Acércate a Mí con tus cargas y tus batallas, y deposítalas todas sobre Mis hombros. Déjame calmar tus temores y secar tus lágrimas, déjame inculcarte Mi promesa eterna de que eres Mi hijo y jamás te dejaré ni te abandonaré.  Jesús, hablando en profecía

A menudo la adversidad nos presenta una oportunidad inesperada. ¡Búscala! ¡Apréciala y utilízala! Aunque no es fácil hacerlo cuando te sumes en la autocompasión por el hecho de que te haya tocado enfrentar una adversidad.  John Wooden

Cuando padecemos un dolor, en realidad no tenemos derecho a preguntar «¿Por qué a mí?» a menos que nos hagamos la misma pregunta cada vez que nos toca vivir una época de dicha.  Irene Bargmann

Yo no creo que el sufrimiento, por sí solo, enseñe. Si así fuese, todo el mundo sería sabio, ya que todos sufren. Al sufrimiento deben agregársele el luto, la comprensión, la paciencia, el amor, la apertura y la disposición a la vulnerabilidad.  Joseph Addison

Cristo estuvo dispuesto sufrir y a ser despreciado, ¿y tú, aun así te atreves a quejarte de algo?  Tomás de Kempis

Tener aguante no es algo que se limita a ser capaz de soportar circunstancias difíciles, sino a convertirlas en gloria.  William Barclay

Como santo de Dios que soy, mi actitud ante el dolor y la dificultad no debería ser la de rogar que no me toque vivirlos, sino más bien la de pedirle a Dios que me proteja de tal manera que pueda seguir siendo lo que Él quería que fuera cuando me creó, o que me convierta en ello, a pesar de todos mis fuegos de sufrimiento.  Oswald Chambers

Cuando un ave vuela por el puro placer de volar, lo hace en el sentido en que va el viento. Cuando enfrenta un peligro, se da la vuelta y arremete contra la corriente para que esta la eleve más alto.  Corrie ten Boom

Cada experiencia en que verdaderamente nos detenemos a enfrentar nuestros temores, nos fortalece, y nos infunde ánimo y seguridad. Es necesario que hagamos aquello que creemos que no somos capaces de hacer.  Eleanor Roosevelt

Existen tantas razones como personas y circunstancias por las cuales permito que enfrenten estas pruebas tan duras. Sin embargo, aunque las razones son muchas y muy diversas, algo que todos pueden tener en común es su actitud frente a esas batallas y dificultades que enfrentan, la perspectiva que escogen tener ante ellas. Las batallas son parte de la vida. Acepten ese hecho de buen talante, con nobleza y con espíritu de fe y confianza en las muchas promesas que les he hecho: que no les daré más de lo que pueden soportar, y que todo aquello a lo que renuncien en esta vida les será devuelto cien veces más.  Jesús, hablando en profecía

Pablo consideraba que su mayor aflicción era un regalo. Bien dicho. No nos dice: «Me fue infligido un aguijón en mi carne» sino más bien «me fue dado»[3]. Eso sí que es una sagrada aceptación. Hijo de Dios, entre todos los bienes que tienes en tu casa no hay un solo artículo que sea mayor prenda del amor de Dios que la cruz que se te ha dado para cargar a diario.  Charles Spurgeon

La dicha y la paciencia exceden por completo nuestras propias fuerzas. Debemos perseverar en oración para que Él no permita que nuestro corazón desfallezca. La oración y la perseverancia son necesarias en nuestros conflictos diarios. El mejor remedio para la fatiga es la diligencia en la oración.  Juan Calvino

Cuando se cierra una puerta a la felicidad, se abre otra. Lo que pasa es que a menudo nos quedamos contemplando esa puerta cerrada por tanto tiempo que no llegamos a ver la nueva que se nos abre.  Helen Keller

Podemos experimentar gozo en medio de circunstancias adversas si valoramos a tal punto los beneficios que Dios nos da, que el solo hecho de reconocerlos y meditar en torno a ellos hace que nos sobrepongamos a cualquier dolor.  Juan Calvino

Extraño a mi esposa de mil maneras y la extrañaré cada vez más, sin embargo, como hijo de Dios y siervo del Señor Jesucristo, me doblego. Estoy satisfecho con la voluntad de mi padre celestial. Busco, por medio de la sumisión a Su voluntad, glorificarlo y besar continuamente la mano que me ha afligido.  George Mueller

Estoy convencido de que el dolor y el sufrimiento pueden tornarse tanto en una prisión como en un prisma.  Tim Hansel

Un espíritu herido solo ve el dolor, la aparente imposibilidad de salir adelante, el sufrimiento y la pérdida. Se concentra tanto en el fango que deja de ver las estrellas. Tienen que recuperar la perspectiva y concentrarse en lo que es verdaderamente real, en Mí, en la promesa de que nunca los dejaré ni los desampararé y de que nada podrá separarlos de Mi amor.  Jesús, hablando en profecía

El apóstol Pablo dijo: «sobreabundo de gozo en todas nuestras tribulaciones»[4].

Nunca temas las sombras. Lo único que indican es que hay una luz brillando cerca de ahí.  Ruth E. Renkel

El grado de felicidad de cada persona depende de la profundidad de su gratitud.  John Miller

La auténtica reacción del cristiano ante el sufrimiento y el dolor no ha de ser una de autocompasión, fatalismo o resentimiento; es el espíritu del que se toma las dificultades de la vida como oportunidades que proceden de la mano de Dios, considera sus problemas un legado sagrado, y hace con sus espinas una corona.  James Stewart

Las personas que viven conforme a los preceptos de Dios soportan las dificultades con nobleza. Saben que su existencia tiene un propósito y que les aguardan los más insondables placeres por la eternidad en el Cielo. Porque están convencidos en lo profundo de que nada está a la altura de aquello que sus almas anhelan, el dolor silencioso que palpita en su interior, lejos de hacerlos quejarse, los conduce a una mayor sumisión y les hace desear con aún más ahínco lo que les espera al otro lado.  Larry Crabb

Una vez que llegas a entender tu aflicción como una preparación para encontrarte con Dios, no volverás a llamarla aflicción con ligereza. Aunque en ocasiones lo paso mal en mi silla de ruedas, la mayor parte del tiempo considero que mi parálisis es un regalo. Así como Jesús le cambió el significado a la cruz, convirtiendo lo que era un símbolo de tortura en un símbolo de esperanza y salvación, de igual manera me concede la gracia para hacer lo mismo con mi silla de ruedas. Si es posible que una cruz se convierta en bendición, también es posible que lo haga una silla de ruedas. En cierto sentido, mi silla de ruedas ya quedó atrás. La desesperanza ya pasó. Ahora se me presentan otras cruces que debo llevar a cuestas, otras «sillas de ruedas» en mi vida que puedo convertir en regalos.  Joni Eareckson Tada

El mundo está sembrado de bien, pero a menos que convierta mis pensamientos optimistas en acciones concretas, y a menos que cultive mi propia parcela, no podré cosechar ni un solo grano de ese bien.  Helen Keller

¿De dónde procede la alegría que tienen los santos? Si no conociéramos bien a algunos cristianos, concluiríamos de solo observarlos, que no tienen cargas que llevar. Pero debemos quitarnos el velo de los ojos. El hecho de que haya en ellos paz, luz y gozo divino es prueba de que también hay allí una carga. La carga que Dios pone sobre nuestros hombros exprime las uvas de nuestra vida y produce vino, pero la mayoría solo vemos el vino y no la carga. No hay poder ni en la tierra ni en el infierno capaz de conquistar el Espíritu del Dios vivo que habita dentro de cada espíritu viviente; crea una invencibilidad interior. Si tu vida produce quejas en lugar de vino, deshazte sin compasión de las quejas. Para un cristiano es un verdadero crimen ser débil en la fortaleza de Dios.  Oswald Chambers

La gratitud debería caracterizar en todo momento a las personas que creen en Dios: «Den gracias en todo»[5]. ¿Qué significa dar gracias en todo? Indudablemente, no significa que debamos agradecer por todas las cosas. No se nos manda que «demos gracias por todo», sino «en todo». No se espera que agradezcamos a Dios por los horrores de la vida. Hay conductas, circunstancias y actitudes que deberíamos encontrar genuinamente repulsivas. Aunque no podamos agradecer por todas las cosas, podemos agradecer en medio de todas las cosas. ¿Cómo es posible? La gratitud ve lo que hay debajo de la superficie. La gratitud no es simplemente una forma de «pensamiento positivo» ni una técnica para hallar la felicidad, sino más bien una profunda aceptación y reconocimiento de que existe la bondad aun en las peores circunstancias que nos presenta la vida.  Rich Vincent


[1] Romanos 8:35–37.

[2] Nehemías 8:10.

[3] 2 Corintios 12:7.

[4] 2 Corintios 7:4.

[5] 1 Tesalonicenses 5:18.

Traducción: Irene Quiti Vera y Antonia López.