¿Quién es el necio?

marzo 31, 2015

Enviado por Peter Amsterdam

[Who's a Fool?]

En diversos países del mundo, el 1º de abril se conoce como April Fools' Day[1]. Mi concepto de ese día y de quién es el que queda como un necio cambió cuando yo era aún bastante pequeño. Un 1º de abril mi hermano mayor le gastó a nuestra familia una broma en la que le salió el tiro por la culata. Resulta que esa noche la cena familiar consistía en un filete con guarnición, una comida bastante especial en nuestra casa. Cuando los platos ya estaban servidos y todos comenzamos a comer, mi hermano exclamó: «¡Inocentes!» Había puesto azúcar en el salero, por lo que todos habíamos sazonado los bistecs con azúcar. Lógicamente, a nadie le pareció muy gracioso, y menos a mi padre, que se enojó bastante. Recuerdo que pensé: «Mmmm, en este caso creo que el tonto fue mi hermano». Después de eso, no recuerdo haber hecho bromas ningún 1º de abril; me parecía más prudente dejar que otros me las hicieran.

Si bien el sentido de la palabra necio tal como se usa el 1º de abril no corresponde a ninguno de los que tiene en la Biblia, con la llegada de ese día me puse a pensar en lo que dicen las Escrituras sobre los necios.

El versículo que a uno generalmente se le ocurre al pensar en eso es: «Dice el necio en su corazón: “No hay Dios”»[2]. Es evidente que hay muchas personas que están buscando, que quieren encontrar respuestas sobre el sentido de la vida, y que no creen en la existencia de Dios o no están seguras de que exista. Las Escrituras no se refieren a tales personas cuando hablan de los necios, sino a los que han rechazado a Dios y se niegan a darle cabida en su vida.

La palabra hebrea vertida como necio en este versículo es nabal, que en los siguientes versículos se traduce como loco o insensato:

La corrupción no es [de Dios]; de Sus hijos es la mancha, generación torcida y perversa. ¿Así pagáis al Señor, pueblo loco e ignorante?[3]

Acuérdate de esto: que el enemigo ha afrentado al Señor y un pueblo insensato ha blasfemado contra Tu nombre. […] ¡Levántate, Dios! ¡Aboga Tu causa! ¡Acuérdate de cómo el insensato te insulta cada día![4]

Es también la palabra que emplea Job cuando llama insensata a su esposa después que ella le dice que maldiga a Dios y se muera[5].

De modo que cuando la palabra insensato es traducción de nabal, se trata de un término bien fuerte para referirse a alguien que ha rechazado a Dios.

Pero en la Biblia también se habla de otras clases de necios. Hay otras palabras hebreas que tienen un significado ligeramente distinto y que también se traducen como necio o insensato. Una de ellas es pthiy, que se traduce como ingenuo, simple o inexperto. «El prudente ve el mal y se esconde, pero los ingenuos pasan y reciben el daño»[6]. Otra palabra que se traduce como necio o insensato es ’ewil, que se define como alguien que desprecia la sabiduría, que se mofa cuando es culpable, que es pendenciero o licencioso. «El de corazón sabio recibe los mandamientos, mas el de labios necios va a su ruina»[7]. Una palabra más que se traduce como necio es kesil, que significa estúpido, zopenco, simplón. «Como diversión es para el necio el hacer maldad, y la sabiduría lo es para el hombre de entendimiento»[8].

Los creyentes no somos necios en el sentido de nabal, puesto que creemos en Dios. Sin embargo, de las más de trescientas veces que aparecen las palabras necio, necedad, insensatez o alguno de sus sinónimos, solo en dieciocho se está traduciendo el término nabal. Es posible que seamos necios o insensatos en el sentido de las demás palabras que se traducen como necio. Podemos ser ingenuos, simplones, pendencieros, licenciosos, o conducirnos como estúpidos.

El libro de los Proverbios presenta la insensatez y la necedad como lo contrario de la sabiduría, y al necio como lo opuesto al sabio. El conocer lo que dicen las Escrituras sobre el sabio y el necio nos permite evaluar nuestras acciones y actitudes y juzgar si nos comportamos de forma prudente o insensata.

A continuación incluyo una selección de versículos del libro de Proverbios que contraponen al sabio y al necio. Me parece provechoso juzgar mis actos y conductas a la luz de estos y otros versículos y preguntarme si me comporto sabiamente o como un necio. Usaré la Nueva Traducción Viviente de la Biblia porque expresa estos proverbios en lenguaje contemporáneo.

Los necios creen que su propio camino es el correcto, pero los sabios prestan atención a otros[9].

Un necio se enoja enseguida, pero una persona sabia mantiene la calma cuando la insultan[10].

El sabio con gusto recibe instrucción, pero el necio que habla hasta por los codos caerá de narices[11].

Las personas sabias atesoran el conocimiento, pero el hablar por hablar del necio invita al desastre[12].

Las personas sabias piensan antes de actuar; los necios no lo hacen y hasta se jactan de su necedad[13].

Al necio le divierte hacer el mal, pero al sensato le da placer vivir sabiamente[14].

Los sabios son precavidos y evitan el peligro; los necios, confiados en sí mismos, se precipitan con imprudencia[15].

Evitar la pelea es una señal de honor; solo los necios insisten en pelear[16].

Las palabras arrogantes del necio se convierten en una vara que lo golpea, pero las palabras de los sabios los protegen[17].

Los sensatos mantienen sus ojos en la sabiduría, pero los ojos del necio vagan por los confines de la tierra[18].

A los necios no les interesa tener entendimiento; solo quieren expresar sus propias opiniones[19].

Es mejor ser pobre y honesto, que deshonesto y necio[20].

No gastes saliva con los necios, porque despreciarán hasta el más sabio consejo[21].

Los necios dan rienda suelta a su enojo, pero los sabios calladamente lo controlan[22].

Los que somos cristianos deseamos vivir de acuerdo con lo que enseñan las Escrituras, como sabios y no como necios. Queremos ser sal y luz en este mundo. Ansiamos reflejar la sabiduría y el amor de Dios. Para ello, todos debemos seguir el consejo del apóstol Pablo:

Tengan cuidado de su manera de vivir. No vivan como necios sino como sabios[23].


[1] Es un día en que se gastan bromas. La persona a la que se le hace la broma es llamada April fool, que significa «tonto de abril» o «necio de abril».

[2] Salmo 14:1.

[3] Deuteronomio 32:5,6.

[4] Salmo 74:18,22.

[5] Le dijo su mujer: «¿Aún te mantienes en tu integridad? ¡Maldice a Dios y muérete!» Él le dijo: «Como suele hablar cualquier mujer insensata, así has hablado. ¿Pues qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos?»  Job 2:9,10.

[6] Proverbios 22:3.

[7] Proverbios 10:8.

[8] Proverbios 10:23 (NBLH).

[9] Proverbios 12:15.

[10] Proverbios 12:16.

[11] Proverbios 10:8.

[12] Proverbios 10:14.

[13] Proverbios 13:16.

[14] Proverbios 10:23.

[15] Proverbios 14:16.

[16] Proverbios 20:3.

[17] Proverbios 14:3.

[18] Proverbios 17:24.

[19] Proverbios 18:2.

[20] Proverbios 19:1.

[21] Proverbios 23:9.

[22] Proverbios 29:11.

[23] Efesios 5:15 (NVI).